Uno de esos excepcionales libros que revelan los misterios invisibles del mundo que nos rodea

“Charlie St. Cloud no era el mejor ni el más brillante muchacho del condado de Essex, pero sí, sin duda, el más prometedor” comienza este extraordinario libro. Pero cuando Charlie y su hermano pequeño Sam toman “prestado” el auto de un vecino para ir a un partido de los Red Sox en Boston, la noche acaba en tragedia. Al principio, se cree que los dos hermanos han muerto, pero la insistencia de uno de los bomberos consigue revivir a Charlie. Mareado y confundido, Charlie se da cuenta de que tiene un compromiso que guardar, una promesa hecha a su hermano en los breves momentos en que estuvo muerto.

Trece años más tarde, Charlie está a cargo del pequeño cementerio donde está enterrado su hermano. El otrora chico más prometedor de Marblehead, Massachussets, trabaja cuidando el césped, lavando monumentos y consolando a los dolientes. Pero Charlie tiene un secreto, una habilidad extraordinaria que adquirió en ese accidente años atrás. Charlie puede ver, hablar y hasta jugar con el espíritu de Sam. A este mundo mágico llega Tess Carroll, una bella e independiente mujer a la que el destino conduce a la vida de Charlie. Su hermosa conexión les llevará a una carrera contrarreloj y a tener que decidir entre la vida y la muerte, entre el pasado y el futuro, entre aferrarse a ciertos sentimientos y dejarlos marchar —y al descubrimiento de los milagros que pueden ocurrir si simplemente abrimos nuestros corazones.