Nota del traductor<br >Hace casi tres d~cadas， el r~gimen que todavfa hoy detenta el poder<br >en Cuba decidi6 rebautizar， con el nombre del asesinado Presidente<br >de Chile， una de las calles m~is conocidas de La Habana， el bulevar<br >Carlos III. N4stor Dfaz de Villegas， entonces un estudiante con<br >vocaci6n de poeta， respondi6 a esta medida escribiendo su Oda a<br >Carlos III， y ley4ndola luego a sus compafieros de clase， en la surefia<br >ciudad de Cienfuegos:<br > iCu~intos afios presidiste<br > la antigua avenida<br > digna y puntualmente!<br > Y ahora， 4podrfas soportar<br > el espectSculo de la chusma<br > que se agita ante tus pies de piedra，<br > pretendiendo entender<br > de jerarqufas?<br > iOh， viejo amigo， est~s<br > mejor que nosotros!<br > T6 no tienes que sufrirlos.<br > No est~s ya obligado， como yo，<br > aver， a ofr， y a &cir...<br > En respuesta a este poema las autoridades cubanas ordenaron el<br >arresto de N~stor Dfaz y lo sometieron a treinta d~as de<br >interrogatorios. Hallado culpable de "diversionismo ideol6gico"，<br >el poeta de dieciocho afios fue a la c~rcel. Cinco afios m~is tar&， en<br >abril de 1979， durante un mejoramiento pasajero de las relaciones<br >con los Estados Unidos， el r6gimen de Cuba fiber6 a un grupo de<br >prisioneros polfticos， entre los que se encontraba Nfistor. Unas<br >